Imagínate una capital mundial sin semáforos. Qué serían sus calles? Una verdadera selva, por lo menos! Del mismo modo que en cualquier sociedad necesitamos de determinados y concretos elementos que impartan orden, ponernos de acuerdo y respetarlos para vivir en armonía, para poder tener un cuerpo sano y, por supuesto, atractivo, con el que nos sintamos a gusto, necesitamos llevar una vida ordenada. Es decir, de acuerdo a determinados principios, regida por específicas formas de actuar.
De la misma forma que ante un semáforo en rojo sabemos que el otro frenará, y que cuando esté verde podremos avanzar, tenemos que saber de antemano, por ejemplo, qué cosas TENEMOS QUE HACER, qué principios tenemos que seguir a la hora de adelgazar y mantenernos en ese peso «ideal«. De esto que acabo de decir se derivan dos principios elementales y obvios de todo plan que tenga por finalidad perder peso de modo sostenido y sin esfuerzo:
. determinar de antemano cuál es la meta a lograr: porque, si no sabemos a dónde vamos, cómo vamos a obtenerla?
. determinar qué principios aplicaremos en nuestra nueva vida: que nos permitan actuar en lugar de reaccionar.
Si bien hay otras premisas y conductas que tenemos que tener en cuenta, si no consideramos las dos anteriores, cualquier tipo de plan que tenga por finalidad adelgazar (u otras metas en la vida) estará destinado, casi con seguridad, a un rotundo fracaso.
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